¿QUÉ ES EL CRUCE?

EL OBJETIVO

La carrera nació con el objetivo de cruzar los Andes, uniendo Argentina y Chile. Dado que la Cordillera de los Andes ofrece muchísimos pasos a través de los que se puede unir ambos países, el recorrido fue cambiando todos los años, manteniendo siempre marcos geográficos únicos en el mundo. Hoy el espíritu original se mantiene a través de la búsqueda permanente de innovación en los recorridos y búsqueda de marcos geográficos inigualables para el desarrollo de El Cruce.

LOS LUGARES

Los lugares en los que se desarrolla el evento son de una belleza inigualable. Los corredores atraviesan montañas y volcanes, cumbres nevadas, bosques, lagos, valles y zonas rocosas.

A pesar de realizarse durante el verano, las variaciones climáticas son enormes. Algunas ediciones han sido acompañadas de días de sol espectacular, con una temperatura que puede llegar a los 20º. C. Otras, sin embargo, enfrentan a los corredores con situaciones climáticas verdaderamente adversas que pueden incluir frío, nieve, intensos vientos y lluvias copiosas.

Por todo esto, la exigencia física para los corredores es enorme y requiere de un intenso entrenamiento previo. Es una carrera para quienes aman la aventura y están dispuestos a enfrentar 3 días corriendo y viviendo en medio de las montañas, soportando todas las dificultades que ello implica.

LOS CORREDORES

Si bien se trata de una carrera de aventura extrema, logra atraer a una enorme cantidad de corredores de todo el mundo. En la última edición participaron más de 4000 corredores de 42 países distintos, un verdadero récord para una carrera de montaña de 3 días.

Entre los corredores se mezclan hombres y mujeres de distintas edades, la mayoría amateur y algunos de elite, que comparten su pasión por adentrarse en una aventura que pondrá a prueba sus propios límites.

El esfuerzo y la dedicación de tiempo, energía y recursos que demanda la carrera hace que se vivan en ella emociones intensas y se generen recuerdos imborrables.

LA ORGANIZACIÓN

La organización de un evento deportivo de esta magnitud no es sencilla. Un equipo de más de 30 personas trabaja arduamente durante los meses previos, llegando a ser más de 900 durante los días de la carrera. Su prioridad es ajustar todos los detalles y poder brindar a los corredores todos los servicios necesarios para hacer más sencilla y agradable su experiencia. Desde las comidas, hasta el armado de los campamentos, la provisión de hidratación y los traslados, todo requiere de un enorme esfuerzo humano y de coordinación, sobretodo porque se realiza en zonas de alta montaña, aislados de cualquier centro urbano.

La seguridad de los corredores es prioritaria para la organización. Por eso a lo largo de toda la carrera se cuenta con el asesoramiento medico de un reconocido deportólogo que atiende las consultas de los corredores y, llegado el caso, decide si alguien puede o no continuar. Asimismo, ante una emergencia, se cuenta con el apoyo de ambulancias y helicópteros para efectuar rescates y traslados.

Todas estas características hacen de El Cruce una carrera única en el mundo.

"No todos pueden correrla. Pero quien lo haga, no podrá olvidarla"
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